
El reflejo de las imágenes en el cine de Víctor Erice
23/03/2020Siempre existe algo oculto en las películas de Víctor Erice. Es una especie de mandato al espectador, que no sólo apunta en una de las más valiosas direcciones del cine español, sino que ilustra algunas de sus coordenadas más significativas. Dirección y ejes de un cine tomado en serio en ocasiones radicalmente intimista en su fondo, otras veces revolucionario en su forma.
Llegar a descifrarlo, el reto que aceptan aquí José Amador y Gerardo Rodríguez Izquierdo, se convierte en una tarea tan apasionante como visionarlo. El sol del membrillo no es sólo la descripción de la construcción de un dibujo, El sur no sólo cuenta una relación paterno filial, El espíritu de la colmena no es solamente el fin de la inocencia. Existen indicios que nos llevan a escarbar en sus imágenes, latentes como fotografías, esperando ser descubiertas.
Ante un reflejo

Estar en presencia de un reflejo conlleva estar en la vanguardia de una ilusión ¿o no? ¿Qué es más real? ¿La imagen reflejada o el sujeto delante del espejo? Una fotografía se transforma en un pedazo de tiempo. Sus habitantes nos miran, pareciese que se encuentran en una especie de suprarealidad, demandando nuestra atención. ¿Son conscientes de su poder hipnótico? ¿Saben que sus miradas conforman puntos de fuga de un trozo de vida también? El hechizo ha comenzado.
La incertidumbre de las imágenes

Ha llegado la hora de cuestionar, de sacudir la convicción más empirista. De rendir pleitesía a la experiencia que tenga cada uno con las imágenes para, hablando de ellas dudar de las mismas. Ya no es un diálogo, se convierte en una asamblea constituyente entre multitud de voces. Están las de los autores, lógicamente, pero también las de aquellos que más han influido en sus vidas, de las cuales más han aprendido en su recorrido.